La sabiduría y los sentimientos fuertes, hay que aprender a traducirlos en trabajo.
No se llega al milagro de la semilla y de la tierra por afirmación; el milagro sólo se
alcanza con el trabajo.
Haga del descanso una necesidad, no un objetivo. Descanse sólo lo necesario para
recobrar fuerzas.
Sin actividad constante, las amenazas de la vida pronto sobrepasarán los valores.
Los pocos que actúan son la envidia de los muchos que se conforman con mirar.
Por cada promesa hay un precio que pagar.
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